domingo, 20 de marzo de 2011

jueves, 17 de marzo de 2011

ST. PATRICK'S DAY

"Yo era como una piedra en una profunda mina; y aquel que es poderoso vino, y en su misericordia, me levantó y me puso sobre una pared."

Hoy es el día de San Patricio (Saint Patrick para los angloparlantes), el patrón de Irlanda.  Patricio no era irlandés, de hecho nació en un pequeño pueblo de lo que hoy es Escocia, Bennhaven Taberniae, más o menos en el año 385 (hace la ostia, vamos), y era hijo de un diácono romano-bretón. A los dieciséis años, mientras jugaba con sus primos en la costa, fue capturado por un grupo de piratas irlandeses y vendido como esclavo. Durante unos 6 años trabajó cuidando ovejas para un pagano del norte de Irlanda llamado Milcho, cerca del monte Crochan Aigli. Tras varios intentos fracasados de huida, y tras mucho rezar, una noche soñó que una voz le mandaba salir huyendo y llegar hasta el mar, donde un barco lo iba a recibir (hoy, si oyes voces, te vas de cabeza al psiquiatra; en aquellos tiempos la cosa debía ser de lo más normal, oiga). Huyendo, caminó mas de 300 kilómetros para llegar a la costa. Encontró el barco, pero el capitán se negaba rotundamente a transportarlo. Sus reiteradas peticiones para que le dejasen viajar gratis fueron siempre rechazadas, hasta que al fin, después de mucho orar con fervor (o sea, después de mucho dar el coñazo), el capitán accedió a llevarlo hasta Francia (¿por qué a Francia? ¿Pero su pueblo no estaba en Escocia? Cómo se nota que en aquella época no existía la guía Michelín…).

En fin, que a la edad de 22 o 23 años, Patricio volvió a su casa. Con el tiempo las visiones volvieron (de verdad, este chico debería habérselo hecho mirar), y estas le llevaron a viajar a Francia (¿otra vez?) primero, y a ser ordenado sacerdote después.

'Clamamos a ti, oh joven lleno de virtudes, para que vengas entre nosotros nuevamente' (modesto el tal Patricio…)

Por lo visto, tras unos quince años en Francia, hizo un viaje a Roma, en el cuál el Papa Celestino I le envía a Irlanda con una misión especial, ya que su primer enviado, un tal Paladio, nunca logró cumplirla, ya que a los doce meses de haber partido murió en el norte de Britania (qué mala ostia el tal Celestino… después de seis años de esclavitud, y de la manía que les debía tener Patricio a los irlandeses, no se le ocurre otra cosa que mandarlo para haya. Y encima, sabiendo que al anterior enviado le habían dado matarile…Para mi que no le caía demasiado bien). Para realizar esa misión encomendada por el Pontífice, San Germán de Auxerre consagró obispo a Patricio (que debe  ser algo así como que te den superpoderes…).
  
Pues bien, que para allá se fue Patricio, a convertir paganos irlandeses. Se dice que comenzó por la zona en la que había sido esclavo años atrás (ya son ganas), y que su antiguo amo, al saber de su regreso como predicador, se puso tan furioso que prendió fuego a su casa, muriendo él mismo en el incendio (como dice mi abuela, “dejo de comer para que se joda el capitán”). En fin, que Patricio se dedicó durante muchos años a fundar monasterios por toda la isla de Irlanda, convirtiendo paganos, haciendo milagros y tratando, sin mucho éxito por lo visto, de atraer al mismísimo Gran Rey, un tal Laoghaire, que vivía con su corte en Tara, aunque si lo consiguió con parte de la familia real.

La principal oposición la encontró en los druidas, representantes de la antigua religión (encantadores ancianos con túnicas y barbas blancas… y hoces MUY afiladas). Cuenta una leyenda que, un Sábado Santo, cuando Patricio encendió el fuego pascual, estos se lanzaron con toda su furia a apagarlo, pero por más que trataron no lo lograron. Entonces uno de ellos exclamó: "El fuego de la religión que Patricio ha encendido, se extenderá por toda la isla". Y se alejaron. La frase del mago se ha cumplido; se cree que San Patricio recorrió toda la isla, y la religión católica se extendió de tal manera por toda Irlanda, que hoy sigue siendo un país católico (bueno, más o menos…)

Tras treinta años de zascandileo, conversiones y milagros por aquí y por allá, Patricio murió (como todo el mundo), y fue sepultado en el año 461, en Saúl, región de Stragford Lough, donde había edificado su primera iglesia.


 
Aquí el amigo Patricio
en una foto de archivo

  
¿Y todo este rollo, para qué? Pues para que comprendamos el profundo arraigo que tiene esta fiesta entre el pueblo irlandés, que celebra, tal día como hoy, a uno de sus santos más importantes, al que deben no sólo su religión, sino lo que han llegado a ser como nación.





Una fiesta muy espiritual... si... pues... pues eso.
Hala, todos a darle a la Guinness, yo pago la primera ronda.