Sin embargo, las cosas rara vez se desarrollan como nosotros las planeamos, y al cabo de un tiempo había entrado en una dinámica de dormir mucho, salir poco de casa, y pasarme los días dedicada casi en exclusividad a la tesina. Mis, de por si ya escasas, habilidades sociales se resintieron bastante con tanto aislamiento y, tras entregar la tesina y comenzar a trabajar de nuevo, me di cuenta que me había metido de cabeza en una depresión sin darme cuenta siquiera. La angustia comenzó como una pelota en la boca del estómago, pequeña al principio, que aparecía en momentos de nerviosismo o estrés, y que terminó instalándose definitivamente dentro de mí, y creciendo día tras día. A la pelota le sucedieron escenas de llanto incontrolado, insomnio, y etapas de una profunda tristeza.
Mi familia pronto se dio cuenta de que no podía seguir así, por lo que, en un momento en que a mi me costaba incluso decidir qué ropa ponerme por las mañanas, tomaron una difícil decisión por mi (algo que nunca podré agradecerles suficiente). Y así, de un día para otro, dejé mi pequeña casita en la meseta castellana y me volví a casa de mis padres. Aquello tampoco era la solución definitiva, pero los días que estuve allí me sirvieron para darme cuenta de varias cosas. Primero, de que necesitaba ayuda profesional (aquí entró en juego mi psiquiatra, al que de aquí en adelante llamaremos Psych, como en la serie de la tele :P), y segundo, de que tenía que decidir qué quería hacer con mi vida y luchar con todas mis fuerzas por conseguirlo. Que habría fracasos, caídas, decepciones, por supuesto, pero que mi familia estaría siempre ahí para ayudar a levantarme de nuevo).
Y todo este rollo, ¿para qué? Pues para anunciar que ese nuevo comienzo he decidido empezarlo en la capital, en Madrid. En esta decisión han contado varios factores, entre los que no es el menos importante el hecho de que mi novio viviera ya aquí. Así que el nuevo año ha traído un montón de novedades: ciudad nueva, casa nueva, trabajo nuevo (espero encontrarlo en breve), vivir con un ser vivo que me contesta cuando le hablo (, bueno… casi siempre)… y blog nuevo.
Espero encontrar en este espacio virtual un canal para desahogarme, para exorcizar mis fantasmas, para contar las chorradas que se me ocurran, para colgar mis cuentos, para exponer mis dibujos y fotografías y, en definitiva, para contar las experiencias que, estoy segura, me depara esta fascinante urbe que estoy comenzando a descubrir.

HAZ CRECER TU SEGURIDAD INTERIOR, MIMALA, CUIDALA Y HAZLA TAN GRANDE QUE NO DEJE ESPACIO PARA NINGUNA PELOTA, POR PEQUEÑA QUE SEA.(POR QUE TU LO VALES)
ResponderEliminarGracias :-)
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